ENVIARAN UN PROYECTO DE LEY AL CONGRESO PARA REFORMAR EL SISTEMA PREVISIONAL
El Gobierno abre la opción de volver a la jubilación estatal
El Gobierno abre la opción de volver a la jubilación estatal
Hoy sólo es posible pasar del Estado a una AFJP, pero no al revés. Ahora se abrirá un período de 180 días cada cinco años para los que quieran cambiarse. La medida alcanza a los 11 millones de afiliados.
E l Gobierno lanzó ayer una reforma previsional para permitir que los trabajadores afiliados a la jubilación privada puedan regresar al sistema estatal si lo desean. Para ejercer esa opción habrá un período de 180 días cada cinco años. Y en esta primera etapa tendrán derecho a mudarse todos los afiliados a alguna AFJP, sin límites de edad.
Esta es la médula del anuncio que hicieron ayer el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el titular de la ANSeS, Sergio Massa, en la Casa Rosada. Y sus lineamientos formarán parte de un proyecto de ley a enviarse al Congreso en los próximos días.
Más allá de abrir la posibilidad de retornar al Estado, la iniciativa establece, entre otros cambios, un tope de 1% para las comisiones que cobran las administradoras sobre el aporte de los trabajadores. Este porcentaje está actualmente en 1,3%, en promedio, aunque cada AFJP lo aplica según su política comercial.
El proyecto —que será centro de debate en las sesiones extraordinarias del Congreso, en febrero— prevé que el traspaso de afiliados se pueda hacer cada 5 años, durante un período de 180 días.
En el período inicial —que se abriría este mismo año si el Gobierno lo decide— podrán ejercer la opción todos los afiliados a las AFJP, que son 11 millones. En cambio, a partir del período siguiente quedarán excluidos de ese beneficios los jubilados que tengan más de 50 años (en el caso de las mujeres) o más de 55 años (hombres).
Estos cambios fueron decididos luego de un largo debate interno en el Gobierno, tal como había anticipado Clarín durante el fin de semana pasado. Y son complementarios de otra medida que se anunció el lunes último y cuyo decreto se publicó ayer en el Boletín Oficial: la prórroga del aporte de 7% que hacen los trabajadores afiliados a una AFJP. El aporte al sistema estatal o de reparto sigue en 11%.
La implementación de la libre elección implicará también la adopción de algunos cambios adicionales. Según explicó ayer Sergio Massa a este diario, uno de ellos será la unificación de esos dos aportes diferenciados y otros incentivos para que los afiliados tengan más incentivos para decidir un eventual cambio de régimen; por ejemplo un aumento de los haberes que paga el Estado (ver página 4).
La reforma anunciada ayer también cambia los criterios para asignar a los indecisos: los que se incorporen al mercado laboral y no opten por enviar sus aportes a uno de los dos sistemas vigentes, pasarán directamente al estatal de reparto. Hasta ahora eran enviados a alguna de las AFJP que cobran las comisiones más bajas.
También se instrumentará un sistema por el cual los afiliados a las AFJP que cuenten con aportes inferiores a los 20.000 pesos (sin son mujeres mayores de 50 años y hombres con más de 55 años) podrán pasar al Estado. Esto les asegurará que puedan acceder a la jubilación mínima, ya que si se jubilan por la AFJP no alcanzarían ese mínimo.
Para justificar la decisión de permitir la libre elección del sistema, Massa destacó ayer que "sólo tres de cada 10 trabajadores eligen voluntariamente su sistema, por lo que los siete restantes son sorteados. Y entre los trabajadores que eligen, la mitad lo hace por el sistema de reparto".
Por su parte, Alberto Fernández remarcó: "Ahora se abre la posibilidad de que la gente elija, algo que estaba vedado porque si ingresaba al sistema de capitalización, estaba obligado a quedarse". Y añadió que "estamos incluyendo este tema en las sesiones extraordinarias (del Congreso) y esperamos que rápidamente se apruebe porque es una demanda de muchos sectores".
http://www.clarin.com/diario/2007/01/25/elpais/p-00301.htm
Los ejes del proyecto
Habrá libertad para optar entre los sistemas jubilatorios de capitalización (AFJP) y de reparto (estatal) por un período inicial de 180 días.
La libre elección se podrá ejercer cada cinco años, con el fin de poder hacer evaluaciones periódicas sobre los resultados.
Los aportes de los trabajadores indecisos que no elijan por uno u otro sistema dentro de los primeros 180 días de entrar en el circuito laboral, irán al régimen de reparto. Hasta ahora se los sorteaba entre las AFJP de comisión más baja.
No habrá límite de edad para decidir los traspasos en el período inicial. Sin embargo, para el período que se abrirá dentro de 5 años, la edad límite para pasarse de sistema será de 55 años en los hombres y 50 en el caso de las mujeres.
La comisión que cobran las AFJP por administrar los aportes de los afiliados no podrá superar el 1% del aporte. Hasta ahora los costos (incluyendo el seguro) suman 2,4%. Así crecerá la porción a capitalizar.
El costo de los seguros de invalidez y muerte de los afiliados al sistema privado pasan a estar cubiertos por un sistema "mutualizado" (compartido) entre las administradoras. Se busca garantizar la transparencia en el mercado de las AFJP y bajar los costos para los beneficiarios, eliminando el costo del seguro de la competencia comercial entre administradoras.
El futuro de todos
Fernando Gonzalez
fgonzalez@clarin.com
El Presidente muestra algunos de los trazos de un mandato que entró en su etapa final, al menos hasta que se resuelva si va a haber reelección. A fines del año pasado comenzó el proceso de reducción de la Corte Suprema de Justicia y ayer se conoció cómo será la reforma jubilatoria que propone Néstor Kirchner.
El Gobierno promete que la jubilación que hoy paga el Estado va a aumentar y que el aporte va a terminar igualándose con el de las jubilación privada. Más allá de promesas, once millones de afiliados van a tener la posibilidad de cambiarse de sistema cada cinco años. Y esa libertad de elección, en un tema tan importante, es una buena noticia. Pero es un año electoral, y conviene estar alerta sobre el efecto real de una decisión que afecta como ninguna otra el futuro de los argentinos.
LOS ALCANCES DEL PROYECTO QUE ANUNCIO EL GOBIERNO
Claves para entender la nueva reforma de las jubilaciones
Unificarán los aportes para permitirles a los aportantes que elijan con más facilidad. Desaparecerá la diferencia entre el 7% que va a las AFJP y el 11% que va al Estado.
Ismael Bermúdez
ibermudez@clarin.com
Además de habilitar la libre opción jubilatoria, la reforma oficial impulsa otros cambios relevantes.
1 > Se unificará el descuento jubilatorio. Para facilitar la opción de elegir, el aporte del trabajador será el mismo estando en una AFJP o en el Estado. Hoy es del 7% para los afiliados a las AFJP y del 11% para el resto. Para que el traspaso al reparto no implique una baja en el sueldo de bolsillo del trabajador, cuando se lance el nuevo sistema el porcentaje de aporte sobre el salario será el mismo. Pero aún no está determinado en cuánto quedará.
2 > Aumentará la jubilación del Estado. Actualmente —por permanecer en el reparto— la ANSeS reconoce el 0,85% del sueldo promedio de los últimos 10 años por cada año aportado. Así, quien tiene hoy 30 años de aportes recibe la Prestación Básica (que oscila entre $ 200 y $ 230) más el 25,5% del sueldo. Ahora, con la reforma se reconocerá el 1,5% por cada año. O sea, con 30 años, además de la PBU, tendrá el 45% del sueldo. Para un sueldo de 1.000 pesos, implicaría una mejora del 43%.
3 > Garantía de jubilación mínima Los trabajadores que al llegar a los 50 años (mujeres) o 55 años (hombres) y que tengan ahorrado en la AFJP menos de 20.000 pesos podrían jubilarse con un haber inferior a la mínima. Para evitar que suceda esto se les permitirá pasarse al Estado con la garantía de que cobrarán la jubilación mínima. Pero harán el traspaso con una particularidad: los fondos que tengan acumulados en la AFJP serán transferidos al Estado y cobrarán íntegramente su haber del Estado. Los que no estén en esas condiciones cobrarán a prorrata, como ocurre actualmente.
4 > Los indecisos pasarán al Estado Los que empiezan a trabajar por primera vez —unas 50.000 personas al mes— y no optan ni por el Estado ni por una AFJP (los "indecisos") quedarán afiliados al reparto. Luego, podrán irse a una AFJP. Hoy es al revés, son enviados a las AFJP que cobran las comisiones más bajas y luego pueden cambiar, pero sólo a otra entidad privada.
5 > Se podrá volver al Estado una vez cada 5 años La apertura del registro de pases se hará cada 5 años y durará 180 días. La primera vez no tendrá límites de edad. Esto implica que engloba a los 11 millones de afiliados a las AFJP. Luego habrá un límite: se podrá realizar por última vez a los 50 años las mujeres y 55 años los hombres, o sea 10 años antes de cumplir la edad mínima de jubilación. Los trabajadores que ya están actualmente afiliados a una AFJP no tendrán obligación de optar.
6 > ¿Cómo serán las jubilaciones? Los fondos acumulados de los que se pasen al Estado quedarán en la AFJP y se guirán obteniendo la rentabilidad que se obtenga. Al momento de jubilarse, el haber se calculará en forma proporcional a los años aportados a cada sistema. Y se cobrará en forma unificada.
7 > Por la baja de comisiones, mejorará la jubilación de los afiliados a las AFJP. Del aporte del trabajador, las AFJP deducen en promedio el 1,11 por ciento como comisión propia y 1,42 por ciento como costo del seguro previsional que financia las pensiones de invalidez y fallecimiento. Así de los 7 puntos del aporte, a la cuenta del trabajador ingresa neto el 4,47 por ciento. En adelante, como máximo, las AFJP sólo podrán retener del aporte del trabajador el 1% del sueldo para sus gastos y utilidades. En este caso, a la cuenta del trabajador irá el 6% y eso debería mejorar su futura jubilación privada. El seguro se financiará como un porcentaje de los rendimientos que obtengan las AFJP con los fondos de sus afiliados.
8 > Los monotributistas y el personal doméstico siguen en el Estado. La opción de cambio engloba a los trabajadores en relación de dependencia y autónomos que estén en una AFJP. Y no incluye a monotributistas ni personal doméstico, que seguirán aportando sólo al Estado.
http://www.clarin.com/diario/2007/01/25/elpais/p-00401.htm
TRAS EL ANUNCIO
Respaldo político y sindical
El anuncio de aplicar cambios en el régimen jubilatorio privado para facilitar el regreso de los afiliados al sistema estatal y poner un tope a las comisiones de las AFJP generó una amplia adhesión política, empresaria y sindical.
El gobernador de Tucumán, José Alperovich, expresó que "mediante el proyecto se termina con una forma perversa de asignar los trabajadores al sistema jubilatorio".
La Central de Trabajadores Argentinos (CTA) calificó la jornada de ayer como un "día histórico". "Hoy se está dando un paso fundamental hacia la reforma previsional, y de esta forma terminar con la estafa de muchos bancos y sus AFJP", aseguró la entidad gremial a través de un comunicado de prensa.
El jefe de la CGT, el camionero Hugo Moyano, señaló que con esta medida "el Gobierno nacional retoma parte de la dignidad de los trabajadores y le da la opción para que puedan ir a la jubilación del Estado". Añadió que "no hace mucho tiempo, en el Congreso de la Nación, dije que las AFJP fueron una de las más grandes estafas que se le habían hecho al pueblo argentino, y lo sigo pensando".
El presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), Jorge Brito, afirmó que el proyecto "es una propuesta racional y centrada que contempla tanto los temas técnicos como los intereses de los jubilados".
El senador justicialista por el Chaco Jorge Capitanich, sostuvo: "Es importante que el Estado ponga un límite a las comisiones de las AFJP, ya que estas disminuyen el monto que se capitaliza y que constituirá el futuro ingreso de los jubilados y pensionados", indicó el legislador.
El ex diputado radical Eduardo Santín consideró que el proyecto "es un avance sustancial en la materia y afirmó que a partir de esa decisión "se acabó el negocio fenomenal".
E l Gobierno lanzó ayer una reforma previsional para permitir que los trabajadores afiliados a la jubilación privada puedan regresar al sistema estatal si lo desean. Para ejercer esa opción habrá un período de 180 días cada cinco años. Y en esta primera etapa tendrán derecho a mudarse todos los afiliados a alguna AFJP, sin límites de edad.
Esta es la médula del anuncio que hicieron ayer el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el titular de la ANSeS, Sergio Massa, en la Casa Rosada. Y sus lineamientos formarán parte de un proyecto de ley a enviarse al Congreso en los próximos días.
Más allá de abrir la posibilidad de retornar al Estado, la iniciativa establece, entre otros cambios, un tope de 1% para las comisiones que cobran las administradoras sobre el aporte de los trabajadores. Este porcentaje está actualmente en 1,3%, en promedio, aunque cada AFJP lo aplica según su política comercial.
El proyecto —que será centro de debate en las sesiones extraordinarias del Congreso, en febrero— prevé que el traspaso de afiliados se pueda hacer cada 5 años, durante un período de 180 días.
En el período inicial —que se abriría este mismo año si el Gobierno lo decide— podrán ejercer la opción todos los afiliados a las AFJP, que son 11 millones. En cambio, a partir del período siguiente quedarán excluidos de ese beneficios los jubilados que tengan más de 50 años (en el caso de las mujeres) o más de 55 años (hombres).
Estos cambios fueron decididos luego de un largo debate interno en el Gobierno, tal como había anticipado Clarín durante el fin de semana pasado. Y son complementarios de otra medida que se anunció el lunes último y cuyo decreto se publicó ayer en el Boletín Oficial: la prórroga del aporte de 7% que hacen los trabajadores afiliados a una AFJP. El aporte al sistema estatal o de reparto sigue en 11%.
La implementación de la libre elección implicará también la adopción de algunos cambios adicionales. Según explicó ayer Sergio Massa a este diario, uno de ellos será la unificación de esos dos aportes diferenciados y otros incentivos para que los afiliados tengan más incentivos para decidir un eventual cambio de régimen; por ejemplo un aumento de los haberes que paga el Estado (ver página 4).
La reforma anunciada ayer también cambia los criterios para asignar a los indecisos: los que se incorporen al mercado laboral y no opten por enviar sus aportes a uno de los dos sistemas vigentes, pasarán directamente al estatal de reparto. Hasta ahora eran enviados a alguna de las AFJP que cobran las comisiones más bajas.
También se instrumentará un sistema por el cual los afiliados a las AFJP que cuenten con aportes inferiores a los 20.000 pesos (sin son mujeres mayores de 50 años y hombres con más de 55 años) podrán pasar al Estado. Esto les asegurará que puedan acceder a la jubilación mínima, ya que si se jubilan por la AFJP no alcanzarían ese mínimo.
Para justificar la decisión de permitir la libre elección del sistema, Massa destacó ayer que "sólo tres de cada 10 trabajadores eligen voluntariamente su sistema, por lo que los siete restantes son sorteados. Y entre los trabajadores que eligen, la mitad lo hace por el sistema de reparto".
Por su parte, Alberto Fernández remarcó: "Ahora se abre la posibilidad de que la gente elija, algo que estaba vedado porque si ingresaba al sistema de capitalización, estaba obligado a quedarse". Y añadió que "estamos incluyendo este tema en las sesiones extraordinarias (del Congreso) y esperamos que rápidamente se apruebe porque es una demanda de muchos sectores".
http://www.clarin.com/diario/2007/01/25/elpais/p-00301.htm
Los ejes del proyecto
Habrá libertad para optar entre los sistemas jubilatorios de capitalización (AFJP) y de reparto (estatal) por un período inicial de 180 días.
La libre elección se podrá ejercer cada cinco años, con el fin de poder hacer evaluaciones periódicas sobre los resultados.
Los aportes de los trabajadores indecisos que no elijan por uno u otro sistema dentro de los primeros 180 días de entrar en el circuito laboral, irán al régimen de reparto. Hasta ahora se los sorteaba entre las AFJP de comisión más baja.
No habrá límite de edad para decidir los traspasos en el período inicial. Sin embargo, para el período que se abrirá dentro de 5 años, la edad límite para pasarse de sistema será de 55 años en los hombres y 50 en el caso de las mujeres.
La comisión que cobran las AFJP por administrar los aportes de los afiliados no podrá superar el 1% del aporte. Hasta ahora los costos (incluyendo el seguro) suman 2,4%. Así crecerá la porción a capitalizar.
El costo de los seguros de invalidez y muerte de los afiliados al sistema privado pasan a estar cubiertos por un sistema "mutualizado" (compartido) entre las administradoras. Se busca garantizar la transparencia en el mercado de las AFJP y bajar los costos para los beneficiarios, eliminando el costo del seguro de la competencia comercial entre administradoras.
El futuro de todos
Fernando Gonzalez
fgonzalez@clarin.com
El Presidente muestra algunos de los trazos de un mandato que entró en su etapa final, al menos hasta que se resuelva si va a haber reelección. A fines del año pasado comenzó el proceso de reducción de la Corte Suprema de Justicia y ayer se conoció cómo será la reforma jubilatoria que propone Néstor Kirchner.
El Gobierno promete que la jubilación que hoy paga el Estado va a aumentar y que el aporte va a terminar igualándose con el de las jubilación privada. Más allá de promesas, once millones de afiliados van a tener la posibilidad de cambiarse de sistema cada cinco años. Y esa libertad de elección, en un tema tan importante, es una buena noticia. Pero es un año electoral, y conviene estar alerta sobre el efecto real de una decisión que afecta como ninguna otra el futuro de los argentinos.
LOS ALCANCES DEL PROYECTO QUE ANUNCIO EL GOBIERNO
Claves para entender la nueva reforma de las jubilaciones
Unificarán los aportes para permitirles a los aportantes que elijan con más facilidad. Desaparecerá la diferencia entre el 7% que va a las AFJP y el 11% que va al Estado.
Ismael Bermúdez
ibermudez@clarin.com
Además de habilitar la libre opción jubilatoria, la reforma oficial impulsa otros cambios relevantes.
1 > Se unificará el descuento jubilatorio. Para facilitar la opción de elegir, el aporte del trabajador será el mismo estando en una AFJP o en el Estado. Hoy es del 7% para los afiliados a las AFJP y del 11% para el resto. Para que el traspaso al reparto no implique una baja en el sueldo de bolsillo del trabajador, cuando se lance el nuevo sistema el porcentaje de aporte sobre el salario será el mismo. Pero aún no está determinado en cuánto quedará.
2 > Aumentará la jubilación del Estado. Actualmente —por permanecer en el reparto— la ANSeS reconoce el 0,85% del sueldo promedio de los últimos 10 años por cada año aportado. Así, quien tiene hoy 30 años de aportes recibe la Prestación Básica (que oscila entre $ 200 y $ 230) más el 25,5% del sueldo. Ahora, con la reforma se reconocerá el 1,5% por cada año. O sea, con 30 años, además de la PBU, tendrá el 45% del sueldo. Para un sueldo de 1.000 pesos, implicaría una mejora del 43%.
3 > Garantía de jubilación mínima Los trabajadores que al llegar a los 50 años (mujeres) o 55 años (hombres) y que tengan ahorrado en la AFJP menos de 20.000 pesos podrían jubilarse con un haber inferior a la mínima. Para evitar que suceda esto se les permitirá pasarse al Estado con la garantía de que cobrarán la jubilación mínima. Pero harán el traspaso con una particularidad: los fondos que tengan acumulados en la AFJP serán transferidos al Estado y cobrarán íntegramente su haber del Estado. Los que no estén en esas condiciones cobrarán a prorrata, como ocurre actualmente.
4 > Los indecisos pasarán al Estado Los que empiezan a trabajar por primera vez —unas 50.000 personas al mes— y no optan ni por el Estado ni por una AFJP (los "indecisos") quedarán afiliados al reparto. Luego, podrán irse a una AFJP. Hoy es al revés, son enviados a las AFJP que cobran las comisiones más bajas y luego pueden cambiar, pero sólo a otra entidad privada.
5 > Se podrá volver al Estado una vez cada 5 años La apertura del registro de pases se hará cada 5 años y durará 180 días. La primera vez no tendrá límites de edad. Esto implica que engloba a los 11 millones de afiliados a las AFJP. Luego habrá un límite: se podrá realizar por última vez a los 50 años las mujeres y 55 años los hombres, o sea 10 años antes de cumplir la edad mínima de jubilación. Los trabajadores que ya están actualmente afiliados a una AFJP no tendrán obligación de optar.
6 > ¿Cómo serán las jubilaciones? Los fondos acumulados de los que se pasen al Estado quedarán en la AFJP y se guirán obteniendo la rentabilidad que se obtenga. Al momento de jubilarse, el haber se calculará en forma proporcional a los años aportados a cada sistema. Y se cobrará en forma unificada.
7 > Por la baja de comisiones, mejorará la jubilación de los afiliados a las AFJP. Del aporte del trabajador, las AFJP deducen en promedio el 1,11 por ciento como comisión propia y 1,42 por ciento como costo del seguro previsional que financia las pensiones de invalidez y fallecimiento. Así de los 7 puntos del aporte, a la cuenta del trabajador ingresa neto el 4,47 por ciento. En adelante, como máximo, las AFJP sólo podrán retener del aporte del trabajador el 1% del sueldo para sus gastos y utilidades. En este caso, a la cuenta del trabajador irá el 6% y eso debería mejorar su futura jubilación privada. El seguro se financiará como un porcentaje de los rendimientos que obtengan las AFJP con los fondos de sus afiliados.
8 > Los monotributistas y el personal doméstico siguen en el Estado. La opción de cambio engloba a los trabajadores en relación de dependencia y autónomos que estén en una AFJP. Y no incluye a monotributistas ni personal doméstico, que seguirán aportando sólo al Estado.
http://www.clarin.com/diario/2007/01/25/elpais/p-00401.htm
TRAS EL ANUNCIO
Respaldo político y sindical
El anuncio de aplicar cambios en el régimen jubilatorio privado para facilitar el regreso de los afiliados al sistema estatal y poner un tope a las comisiones de las AFJP generó una amplia adhesión política, empresaria y sindical.
El gobernador de Tucumán, José Alperovich, expresó que "mediante el proyecto se termina con una forma perversa de asignar los trabajadores al sistema jubilatorio".
La Central de Trabajadores Argentinos (CTA) calificó la jornada de ayer como un "día histórico". "Hoy se está dando un paso fundamental hacia la reforma previsional, y de esta forma terminar con la estafa de muchos bancos y sus AFJP", aseguró la entidad gremial a través de un comunicado de prensa.
El jefe de la CGT, el camionero Hugo Moyano, señaló que con esta medida "el Gobierno nacional retoma parte de la dignidad de los trabajadores y le da la opción para que puedan ir a la jubilación del Estado". Añadió que "no hace mucho tiempo, en el Congreso de la Nación, dije que las AFJP fueron una de las más grandes estafas que se le habían hecho al pueblo argentino, y lo sigo pensando".
El presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), Jorge Brito, afirmó que el proyecto "es una propuesta racional y centrada que contempla tanto los temas técnicos como los intereses de los jubilados".
El senador justicialista por el Chaco Jorge Capitanich, sostuvo: "Es importante que el Estado ponga un límite a las comisiones de las AFJP, ya que estas disminuyen el monto que se capitaliza y que constituirá el futuro ingreso de los jubilados y pensionados", indicó el legislador.
El ex diputado radical Eduardo Santín consideró que el proyecto "es un avance sustancial en la materia y afirmó que a partir de esa decisión "se acabó el negocio fenomenal".
http://www.clarin.com/diario/2007/01/25/elpais/p-00402.htm
ACEPTAN LOS CAMBIOS, PERO ACONSEJAN NO AFECTAR LA ESTABILIDAD DEL SISTEMA
Las AFJP reaccionaron con cautela
En base a los anuncios hechos ayer en la Casa Rosada, el director Ejecutivo de la Unión de AFJP, Sebastián Palla, le dijo a Clarín que resulta "lógica" la opción de vuelta al Estado. Pero agregó que es "crucial" conocer la letra chica del proyecto y su reglamentación "para que la opción se realice en condiciones que no afecten la estabilidad de ambos sistemas".
No obstante, las AFJP consideran que el régimen privado es "hoy, y en el futuro, una muy buena opción para la gran mayoría de los afiliados y para el país", según un comunicado.
Palla —que actuó como único vocero autorizado por las AFJP— dijo con relación al tope del 1% sobre las comisiones que "hoy la comisión promedio es muy similar a ese techo, pero en el largo plazo un corset de este tipo puede provocar problemas a las AFJP". Por eso, Palla sostuvo que "para optimizar costos, se debería revisar la estructura completa de costos, incluyendo los costos regulatorios e impositivos".
Respecto a la modificación en la estructura del seguro, el director de la UAFJP dijo que "todo cambio que apunte a reducir los costos para los afiliados sin perjudicar el servicio que se les brinda es positiva".
Además las AFJP dijeron que "resulta imprescindible restituir el nivel de aportes al 11% por una razón fundamental de solvencia del afiliado (para que guarde proporción el haber con el ingreso), de equidad entre los dos sistemas y de normalización de una situación planteada en la emergencia". También insistieron que lo fundamental es ver cómo se implementará el proyecto, y que "la continua colaboración con las autoridades permitirá trabajar sobre estos puntos de manera detallada, de modo de implementar una reforma justa, conveniente y ordenada".
http://www.clarin.com/diario/2007/01/25/elpais/p-00403.htm
El análisis de Argentina K, de la reforma jubilatoria.
Existen cuestiones auspiciosas en esta "reforma K" del sistema jubilatorio.
La primera de ellas, es que ya no seremos cautivos de las administradoras privadas y tendremos, luego de varios años, la opción de elegir.
Existen cuestiones auspiciosas en esta "reforma K" del sistema jubilatorio.
La primera de ellas, es que ya no seremos cautivos de las administradoras privadas y tendremos, luego de varios años, la opción de elegir.
Ahora la pregunta es: ¿elegir qué?. Aún no se sabe que beneficios nos traería pasarnos nuevamente al sistema de reparto, mas aún, cuando el Estado, hace oídos sordos al urgente reclamo de los jubilados de hoy, que cobran el mínimo (mas del 60% del total) y les corresponderían haberes mayores.
Es decir, el gobierno nos promete a futuro jubilaciones “dignas”, mientras en el presente no cumple con el justo reclamo de actualización de los pasivos que deberían cobrar haberes superiores al mínimo establecido.
Recordemos que la Corte Suprema, emitió un fallo hace pocos meses, que intenta resolver esta cuestión. Fue cuando K, tiró un 13% desde enero y listo.
Por otra parte, se bajaran las abusivas comisiones que cobran hoy las administradoras, hasta un 1 punto de los aportes, como máximo. Aplausos!
Esta claro que se trata de una esperada “contrarreforma”, del desastre menemista (uno de los tantos, quizas el mayor), de las AFJP, que ninguno de los líderes de la oposición hubieran efectuado. ¿Que dicen Lavagna y Macri de esta reforma? Nada!
Esperemos que sea solo el comienzo de cambios mas profundos, y que exista un verdadero reconocimiento del trabajo de tantos años a los viejos de hoy, antes de tantas proyecciones inciertas para las décadas que vienen.
Es decir, el gobierno nos promete a futuro jubilaciones “dignas”, mientras en el presente no cumple con el justo reclamo de actualización de los pasivos que deberían cobrar haberes superiores al mínimo establecido.
Recordemos que la Corte Suprema, emitió un fallo hace pocos meses, que intenta resolver esta cuestión. Fue cuando K, tiró un 13% desde enero y listo.
Por otra parte, se bajaran las abusivas comisiones que cobran hoy las administradoras, hasta un 1 punto de los aportes, como máximo. Aplausos!
Esta claro que se trata de una esperada “contrarreforma”, del desastre menemista (uno de los tantos, quizas el mayor), de las AFJP, que ninguno de los líderes de la oposición hubieran efectuado. ¿Que dicen Lavagna y Macri de esta reforma? Nada!
Esperemos que sea solo el comienzo de cambios mas profundos, y que exista un verdadero reconocimiento del trabajo de tantos años a los viejos de hoy, antes de tantas proyecciones inciertas para las décadas que vienen.
Diario Pagina-12 25 de enero de 2007
ABREN LA OPCION ENTRE EL SISTEMA DE CAPITALIZACION Y EL PUBLICO DE REPARTO
Final para el otro corralito de Cavallo
El Gobierno anunció un proyecto de reforma previsional. Además de permitir que los afiliados a las AFJP vuelvan al Estado, pone un techo a las comisiones, baja los costos de seguros, cambia la distribución de indecisos y mejora la base de cálculo de las jubilaciones públicas.
Por David Cufré
El corralito que mantiene atrapados a los afiliados a las AFJP desde hace trece años finalmente será levantado. Aquellos que deseen salir del sistema de jubilación privada y pasar al régimen público de reparto podrán hacerlo. Ese es el punto central de un proyecto de ley que el Gobierno enviará al Congreso en los próximos días, para ser debatido -y seguramente aprobado- durante las sesiones extraordinarias. La iniciativa reforma aspectos sustanciales del actual régimen previsional, aunque lo preserva en sus ejes fundamentales. El radicalismo, el ARI y legisladores de centroizquierda expresaron un rápido apoyo a la propuesta, que venían reclamando con insistencia desde hacía años. La CGT y la CTA también se pronunciaron a favor.
El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el titular de la Anses, Sergio Massa, hicieron el anunció ayer por la mañana en Casa Rosada. Los cuatro puntos principales del proyecto fueron anticipados por Página/12 a mediados del año pasado. Es decir, estaban escritos desde hacía tiempo. Pero Néstor Kirchner eligió el momento político para avanzar con la reforma. Según la oposición, especulando con el año electoral. Fernández dio su versión: "Para nosotros era una prioridad en la que trabajamos durante mucho tiempo y nos preocupaba concretar rápidamente. Era uno de los objetivos que nos habíamos fijado en 2003 en la plataforma electoral".
El proyecto habilita la libre opción entre el sistema de capitalización y el de reparto, pero además pone un techo a las comisiones de las AFJP, ordena que los trabajadores que no optan por ninguno de los dos regímenes pasan a aportar al Estado y cambia de raíz la forma en que las empresas de jubilación aseguran a sus afiliados. Otros dos artículos relevantes son los que mejoran la base de cálculo para los haberes que pagará el Estado, que en la práctica serán más altos (ver nota aparte), y el que dispone que las AFJP estarán "obligadas a invertir un 20 por ciento de los fondos administrados en proyectos productivos de la economía real a largo plazo".
Cada una de esas medidas tiene su complejidad técnica y su alcance final dependerá de la redacción fina de la ley y de su reglamentación, pero el espíritu del proyecto apunta a corregir deficiencias e inequidades profundas del actual sistema. La más notoria es la prohibición actual para dejar una AFJP y volver al reparto, para jubilarse por el sistema estatal.
Como el corralito bancario de 2001, ese también es obra de Domingo Cavallo. El Gobierno decidió abrir la tranquera. Una vez promulgada la ley, se abrirá un período de 180 días para salir de la administradora privada y transferir el aporte al Estado. Pasado ese plazo, la opción quedará bloqueada por cinco años, y allí otra vez se darán 180 días para abandonar la AFJP. Massa explicó a este diario que se optó por esa fórmula para preservar la "previsibilidad de los sistemas".
Por la misma razón, el límite para ejercer la opción es a los 50 años en el caso de las mujeres y de 55 en el de los hombres. Una vez alcanzada esas edades, no habrá más chances de dejar las AFJP. Massa dio un dato crucial: si el afiliado se queda en la administradora y cuando se jubila no llega a cubrir con lo que capitalizó el equivalente al haber mínimo, el Estado no compensará la diferencia como ocurre en la actualidad. Sin embargo, eso será a futuro, puesto que en lo inmediato el Gobierno hace exactamente lo inverso: aquellos afiliados que al momento de aprobarse la ley tengan menos de 20.000 pesos en sus cuentas podrán volver al Estado para asegurarse la prestación mínima.
Massa aclaró que la primera vez que se habilite la opción para volver al régimen de reparto no correrá el límite de la edad, que sí estará vigente cinco años más tarde y de ahí en más. El funcionario se negó a estimar cuántos de los 11,3 millones de anotados en alguna AFJP -de los cuales aportan regularmente 5,4 millones- elegirían volver al Estado. Sin embargo, otras fuentes del Gobierno arriesgaron que podrían ser más de un millón de personas. Mucho dependerá de la facilidad o complejidad del trámite.
Las AFJP descontaban que en algún momento se habilitaría la libre opción entre capitalización y reparto, pero lo que más les afecta es que de ahora en más las personas que ingresen al mercado laboral y no digan expresamente cuál de ellos eligen serán considerados aportantes del Estado. En la actualidad, es a la inversa. Esa también fue una jugada de Cavallo para favorecer la jubilación privada. Todos los meses entran al mercado laboral 50 mil personas, de las cuales sólo 1500 optan voluntariamente por alguna AFJP. Otras 1500 eligen el Estado, y las 47 mil restantes no hacen nada. Pero la ley vigente envía a estos últimos por sorteo a alguna administradora privada -entre las tres que menos comisión cobra para su rango de ingresos-. Es decir, la principal fuerza de captación de clientes de las empresas es este entramado legal, que ahora se desmonta.
De igual modo, para las AFJP es un golpe el techo que fija la nueva ley a las comisiones por administración: el máximo será de 1 punto, sobre 7 puntos actuales del salario que aportan los trabajadores. En la actualidad, el costo promedio de esa comisión es de 1,1. El otro componente de la comisión es el seguro, de 1,4 por ciento en promedio. La ley también cambia el esquema asegurador, al crear un fondo mutualizado único al que aportarán todas las administradoras. Esto favorece a las AFJP más grandes, que tenían mayores costos de seguro, y perjudica a las chicas que apuntan a los sectores de ingresos altos.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-79540-2007-01-25.html
Los puntos más destacados del proyecto de ley que permitirá a los trabajadores optar libremente entre el sistema de capitalización y el de reparto son los siguientes:
1 Libre opción jubilatoria entre los sistemas de capitalización y de reparto por un período inicial de 180 días.
2 Los aportes de los indecisos que ingresan al circuito laboral irán directamente al régimen de reparto.
3 La fecha límite para pasarse de sistema será de 55 años en los hombres y 50 en el caso de las mujeres. Sin embargo, para el plazo inicial de 180 días, no habrá límite de edad.
4 La libre elección se podrá realizar cada cinco años, con el fin de poder hacer evaluaciones periódicas sobre los resultados.
5 En el caso de que haya aportes en los dos sistemas, se acumularán prestaciones complementarias y se liquidarán jubilaciones mixtas donde se computarán los ahorros previsionales en capitalización y los aportes previsionales en el sistema público.
6 El costo de administración del sistema de capitalización en las AFJP no será superior al 1 por ciento del salario. Actualmente llega al 1,1 por ciento más el costo del seguro, lo que suma en total un 2,4 por ciento.
7 El seguro de vida e invalidez de los afiliados al régimen de capitalización pasan a estar cubiertos por un sistema mutualizados entre las AFJP.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/79540-25683-2007-01-25.html
REACCION CAUTELOSA DE LAS AFJP
La Unión de Administradores de Fondos de Jubilaciones y Pensiones manifestó ayer su respeto por el principio de libertad de elección que impulsa el Gobierno y se mostró dispuesta a colaborar con las autoridades para trabajar en el proyecto de manera detallada. Por su parte, el presidente de Nación AFJP, Julio Gutiérrez, fue más enfático, al afirmar que "está bien" que el trabajador pueda elegir.
"Si bien no tuvimos acceso al proyecto de ley, de acuerdo con los anuncios consideramos que la libre opción es razonable", opinó Sebastián Palla, titular de esa cámara, e insistió en que "hay que tener en cuenta en qué condiciones se va a realizar ese pase". En ese mismo sentido, Gutiérrez señaló que es preciso realizar "una tarea docente" porque "hay mucha gente que no conoce qué significa cada opción".
En tanto, el titular del Banco Macro y presidente de la Asociación de Bancos Argentinos, Jorge Brito, sostuvo que el proyecto de libre opción jubilatoria "es una propuesta racional que contempla tanto los temas técnicos como los intereses de los jubilados". "En la Argentina no se puede pensar más en hacer negocios arriando a la gente, sino que hay que desarrollarlos seduciendo al mercado", remarcó Brito. A la vez, Palla consideró "importante definir que la opción de la vuelta a reparto se realice en condiciones que no afecten la estabilidad de ambos subsistemas sin alentar arbitrajes". "Toda modificación en la estructura del seguro que apunte a reducir los costos para los afiliados sin perjudicar el servicio es positiva", apuntó el ejecutivo.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/79540-25684-2007-01-25.html
Tres economistas opinan sobre el futuro del régimen
CLAUDIO LOZANO
"Reorganizar el sistema"
"Constituye un paso adelante para debatir un nuevo sistema previsional. Si bien el proyecto no lo he visto, lo que entendemos es que es positiva la función de limitar el negocio 'estafa fácil' del que gozaron las AFJP durante todos estos años. Que los indecisos terminen en el sistema público, que los beneficiarios tengan la posibilidad de optar por el tipo de sistema que quieren, y la intención de que las comisiones 'usurarias' sean más bajas, son los puntos más acertados del proyecto. Pero falta la definición de fondo acerca de cuál va a ser el futuro sistema previsional. Tendría que estar sostenido por tres pilares: el primero es el financiamiento por rentas generales que garanticen una jubilación para todos. El segundo sería la adquisición de carácter contributivo y público, sobre la base del reparto, y el tercero es que sea optativo y complementario, financiado con aportes adicionales, que funcionen como mutual, independiente del sistema general. Ojalá estas decisiones encaminen a la reorganización de la previsión social."
JORGE SCHVARZER
"En dirección correcta"
"Esto es el comienzo de un cambio en el sistema previsional, que no es poca cosa. Va en la dirección correcta porque son cambios importantes para un régimen que ya tiene doce años. Hay tres puntos del proyecto que resaltan. El primero es la posibilidad de que la gente pueda elegir entre el régimen de reparto y el de capitalización. En cualquier parte del mundo esto se llama libertad de mercado. Es el de mayor relevancia porque generaba una situación de monopolio de hecho de las AFJP. Bajar las comisiones es el segundo hecho destacable, porque las AFJP cobraban independientemente de la rentabilidad de la que gozaban, es decir que la ganancia que obtenían no dependía de su eficiencia para operar. Esto es un derecho de monopolio y es una barbaridad. La tercera propuesta a subrayar es la que indica que los que no opten queden en el sistema de reparto, porque se invierte la situación. La medida está encaminada a que quien quiera entrar en capitalización, que lo decida, y no al revés. Y la restricción a la posibilidad de elección cada cinco años es positivo para los afiliados."
HECTOR VALLE
"Debería ser más flexible"
"El anuncio del cambio en el sistema es un excelente punto de arranque. Es muy positivo que se avance en esa dirección, pero el sistema debería ser aún más flexible. Lo ideal sería un sistema como el brasileño, en el cual uno puede automáticamente pasarse en cualquier momento del año. El afiliado debería tener a su disposición su dinero para poder decidir qué hacer con él cuando quiera. Y tendría que haber una gran flexibilidad, ya sea para volver al Estado o para iniciar desde el Estado o para pasar de una compañía a la otra. Lo que hay que destacar de todo esto es que gran parte del ahorro nacional es ahorro de los trabajadores, que son sus aportes previsionales, y por lo tanto es la parte más importante de su ahorro privado. Por lo tanto no tiene por qué haber una situación discriminatoria en desmedro del ahorro privado de los trabajadores, con respecto del ahorro privado de una persona cualquiera que puede entrar y salir del sistema según le convenga. La condición necesaria sería que uno pudiera elegir el sistema y la condición suficiente debería ser que además uno pudiera realizarlo sin ninguna traba."
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/79540-25685-2007-01-25.html
Por Claudio Zlotnik
El Gobierno anunció un proyecto de reforma previsional. Además de permitir que los afiliados a las AFJP vuelvan al Estado, pone un techo a las comisiones, baja los costos de seguros, cambia la distribución de indecisos y mejora la base de cálculo de las jubilaciones públicas.
Por David Cufré
El corralito que mantiene atrapados a los afiliados a las AFJP desde hace trece años finalmente será levantado. Aquellos que deseen salir del sistema de jubilación privada y pasar al régimen público de reparto podrán hacerlo. Ese es el punto central de un proyecto de ley que el Gobierno enviará al Congreso en los próximos días, para ser debatido -y seguramente aprobado- durante las sesiones extraordinarias. La iniciativa reforma aspectos sustanciales del actual régimen previsional, aunque lo preserva en sus ejes fundamentales. El radicalismo, el ARI y legisladores de centroizquierda expresaron un rápido apoyo a la propuesta, que venían reclamando con insistencia desde hacía años. La CGT y la CTA también se pronunciaron a favor.
El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el titular de la Anses, Sergio Massa, hicieron el anunció ayer por la mañana en Casa Rosada. Los cuatro puntos principales del proyecto fueron anticipados por Página/12 a mediados del año pasado. Es decir, estaban escritos desde hacía tiempo. Pero Néstor Kirchner eligió el momento político para avanzar con la reforma. Según la oposición, especulando con el año electoral. Fernández dio su versión: "Para nosotros era una prioridad en la que trabajamos durante mucho tiempo y nos preocupaba concretar rápidamente. Era uno de los objetivos que nos habíamos fijado en 2003 en la plataforma electoral".
El proyecto habilita la libre opción entre el sistema de capitalización y el de reparto, pero además pone un techo a las comisiones de las AFJP, ordena que los trabajadores que no optan por ninguno de los dos regímenes pasan a aportar al Estado y cambia de raíz la forma en que las empresas de jubilación aseguran a sus afiliados. Otros dos artículos relevantes son los que mejoran la base de cálculo para los haberes que pagará el Estado, que en la práctica serán más altos (ver nota aparte), y el que dispone que las AFJP estarán "obligadas a invertir un 20 por ciento de los fondos administrados en proyectos productivos de la economía real a largo plazo".
Cada una de esas medidas tiene su complejidad técnica y su alcance final dependerá de la redacción fina de la ley y de su reglamentación, pero el espíritu del proyecto apunta a corregir deficiencias e inequidades profundas del actual sistema. La más notoria es la prohibición actual para dejar una AFJP y volver al reparto, para jubilarse por el sistema estatal.
Como el corralito bancario de 2001, ese también es obra de Domingo Cavallo. El Gobierno decidió abrir la tranquera. Una vez promulgada la ley, se abrirá un período de 180 días para salir de la administradora privada y transferir el aporte al Estado. Pasado ese plazo, la opción quedará bloqueada por cinco años, y allí otra vez se darán 180 días para abandonar la AFJP. Massa explicó a este diario que se optó por esa fórmula para preservar la "previsibilidad de los sistemas".
Por la misma razón, el límite para ejercer la opción es a los 50 años en el caso de las mujeres y de 55 en el de los hombres. Una vez alcanzada esas edades, no habrá más chances de dejar las AFJP. Massa dio un dato crucial: si el afiliado se queda en la administradora y cuando se jubila no llega a cubrir con lo que capitalizó el equivalente al haber mínimo, el Estado no compensará la diferencia como ocurre en la actualidad. Sin embargo, eso será a futuro, puesto que en lo inmediato el Gobierno hace exactamente lo inverso: aquellos afiliados que al momento de aprobarse la ley tengan menos de 20.000 pesos en sus cuentas podrán volver al Estado para asegurarse la prestación mínima.
Massa aclaró que la primera vez que se habilite la opción para volver al régimen de reparto no correrá el límite de la edad, que sí estará vigente cinco años más tarde y de ahí en más. El funcionario se negó a estimar cuántos de los 11,3 millones de anotados en alguna AFJP -de los cuales aportan regularmente 5,4 millones- elegirían volver al Estado. Sin embargo, otras fuentes del Gobierno arriesgaron que podrían ser más de un millón de personas. Mucho dependerá de la facilidad o complejidad del trámite.
Las AFJP descontaban que en algún momento se habilitaría la libre opción entre capitalización y reparto, pero lo que más les afecta es que de ahora en más las personas que ingresen al mercado laboral y no digan expresamente cuál de ellos eligen serán considerados aportantes del Estado. En la actualidad, es a la inversa. Esa también fue una jugada de Cavallo para favorecer la jubilación privada. Todos los meses entran al mercado laboral 50 mil personas, de las cuales sólo 1500 optan voluntariamente por alguna AFJP. Otras 1500 eligen el Estado, y las 47 mil restantes no hacen nada. Pero la ley vigente envía a estos últimos por sorteo a alguna administradora privada -entre las tres que menos comisión cobra para su rango de ingresos-. Es decir, la principal fuerza de captación de clientes de las empresas es este entramado legal, que ahora se desmonta.
De igual modo, para las AFJP es un golpe el techo que fija la nueva ley a las comisiones por administración: el máximo será de 1 punto, sobre 7 puntos actuales del salario que aportan los trabajadores. En la actualidad, el costo promedio de esa comisión es de 1,1. El otro componente de la comisión es el seguro, de 1,4 por ciento en promedio. La ley también cambia el esquema asegurador, al crear un fondo mutualizado único al que aportarán todas las administradoras. Esto favorece a las AFJP más grandes, que tenían mayores costos de seguro, y perjudica a las chicas que apuntan a los sectores de ingresos altos.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-79540-2007-01-25.html
Los puntos más destacados del proyecto de ley que permitirá a los trabajadores optar libremente entre el sistema de capitalización y el de reparto son los siguientes:
1 Libre opción jubilatoria entre los sistemas de capitalización y de reparto por un período inicial de 180 días.
2 Los aportes de los indecisos que ingresan al circuito laboral irán directamente al régimen de reparto.
3 La fecha límite para pasarse de sistema será de 55 años en los hombres y 50 en el caso de las mujeres. Sin embargo, para el plazo inicial de 180 días, no habrá límite de edad.
4 La libre elección se podrá realizar cada cinco años, con el fin de poder hacer evaluaciones periódicas sobre los resultados.
5 En el caso de que haya aportes en los dos sistemas, se acumularán prestaciones complementarias y se liquidarán jubilaciones mixtas donde se computarán los ahorros previsionales en capitalización y los aportes previsionales en el sistema público.
6 El costo de administración del sistema de capitalización en las AFJP no será superior al 1 por ciento del salario. Actualmente llega al 1,1 por ciento más el costo del seguro, lo que suma en total un 2,4 por ciento.
7 El seguro de vida e invalidez de los afiliados al régimen de capitalización pasan a estar cubiertos por un sistema mutualizados entre las AFJP.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/79540-25683-2007-01-25.html
REACCION CAUTELOSA DE LAS AFJP
La Unión de Administradores de Fondos de Jubilaciones y Pensiones manifestó ayer su respeto por el principio de libertad de elección que impulsa el Gobierno y se mostró dispuesta a colaborar con las autoridades para trabajar en el proyecto de manera detallada. Por su parte, el presidente de Nación AFJP, Julio Gutiérrez, fue más enfático, al afirmar que "está bien" que el trabajador pueda elegir.
"Si bien no tuvimos acceso al proyecto de ley, de acuerdo con los anuncios consideramos que la libre opción es razonable", opinó Sebastián Palla, titular de esa cámara, e insistió en que "hay que tener en cuenta en qué condiciones se va a realizar ese pase". En ese mismo sentido, Gutiérrez señaló que es preciso realizar "una tarea docente" porque "hay mucha gente que no conoce qué significa cada opción".
En tanto, el titular del Banco Macro y presidente de la Asociación de Bancos Argentinos, Jorge Brito, sostuvo que el proyecto de libre opción jubilatoria "es una propuesta racional que contempla tanto los temas técnicos como los intereses de los jubilados". "En la Argentina no se puede pensar más en hacer negocios arriando a la gente, sino que hay que desarrollarlos seduciendo al mercado", remarcó Brito. A la vez, Palla consideró "importante definir que la opción de la vuelta a reparto se realice en condiciones que no afecten la estabilidad de ambos subsistemas sin alentar arbitrajes". "Toda modificación en la estructura del seguro que apunte a reducir los costos para los afiliados sin perjudicar el servicio es positiva", apuntó el ejecutivo.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/79540-25684-2007-01-25.html
Tres economistas opinan sobre el futuro del régimen
CLAUDIO LOZANO
"Reorganizar el sistema"
"Constituye un paso adelante para debatir un nuevo sistema previsional. Si bien el proyecto no lo he visto, lo que entendemos es que es positiva la función de limitar el negocio 'estafa fácil' del que gozaron las AFJP durante todos estos años. Que los indecisos terminen en el sistema público, que los beneficiarios tengan la posibilidad de optar por el tipo de sistema que quieren, y la intención de que las comisiones 'usurarias' sean más bajas, son los puntos más acertados del proyecto. Pero falta la definición de fondo acerca de cuál va a ser el futuro sistema previsional. Tendría que estar sostenido por tres pilares: el primero es el financiamiento por rentas generales que garanticen una jubilación para todos. El segundo sería la adquisición de carácter contributivo y público, sobre la base del reparto, y el tercero es que sea optativo y complementario, financiado con aportes adicionales, que funcionen como mutual, independiente del sistema general. Ojalá estas decisiones encaminen a la reorganización de la previsión social."
JORGE SCHVARZER
"En dirección correcta"
"Esto es el comienzo de un cambio en el sistema previsional, que no es poca cosa. Va en la dirección correcta porque son cambios importantes para un régimen que ya tiene doce años. Hay tres puntos del proyecto que resaltan. El primero es la posibilidad de que la gente pueda elegir entre el régimen de reparto y el de capitalización. En cualquier parte del mundo esto se llama libertad de mercado. Es el de mayor relevancia porque generaba una situación de monopolio de hecho de las AFJP. Bajar las comisiones es el segundo hecho destacable, porque las AFJP cobraban independientemente de la rentabilidad de la que gozaban, es decir que la ganancia que obtenían no dependía de su eficiencia para operar. Esto es un derecho de monopolio y es una barbaridad. La tercera propuesta a subrayar es la que indica que los que no opten queden en el sistema de reparto, porque se invierte la situación. La medida está encaminada a que quien quiera entrar en capitalización, que lo decida, y no al revés. Y la restricción a la posibilidad de elección cada cinco años es positivo para los afiliados."
HECTOR VALLE
"Debería ser más flexible"
"El anuncio del cambio en el sistema es un excelente punto de arranque. Es muy positivo que se avance en esa dirección, pero el sistema debería ser aún más flexible. Lo ideal sería un sistema como el brasileño, en el cual uno puede automáticamente pasarse en cualquier momento del año. El afiliado debería tener a su disposición su dinero para poder decidir qué hacer con él cuando quiera. Y tendría que haber una gran flexibilidad, ya sea para volver al Estado o para iniciar desde el Estado o para pasar de una compañía a la otra. Lo que hay que destacar de todo esto es que gran parte del ahorro nacional es ahorro de los trabajadores, que son sus aportes previsionales, y por lo tanto es la parte más importante de su ahorro privado. Por lo tanto no tiene por qué haber una situación discriminatoria en desmedro del ahorro privado de los trabajadores, con respecto del ahorro privado de una persona cualquiera que puede entrar y salir del sistema según le convenga. La condición necesaria sería que uno pudiera elegir el sistema y la condición suficiente debería ser que además uno pudiera realizarlo sin ninguna traba."
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/79540-25685-2007-01-25.html
Por Claudio Zlotnik
¿Qué conviene hacer? ¿De qué depende la decisión? ¿Qué pasará con los fondos ahorrados por los afiliados que se pasen al sistema de reparto? A continuación, las claves de la medida anunciada ayer por el Gobierno.
1 ¿Durante cuánto tiempo se podrá optar por el sistema de reparto?
Será por 180 días a partir de la sanción de la ley, que será tratada el mes que viene. Una vez cerrado el ciclo, el Ejecutivo podrá reabrir esa posibilidad a los cinco años. La libre opción podrá realizarse hasta los 50 años en el caso de las mujeres y hasta los 55 para los hombres.
2 ¿Conviene pasarse ahora de una AFJP al régimen de reparto?
Depende de la edad del afiliado. También de que se mantengan las actuales condiciones de rentabilidad de las AFJP, un escenario que conlleva incertidumbre. Página/12 consultó a especialistas en el sector previsional y la conclusión fue la siguiente: teniendo en cuenta que el Estado reemplazará la actual Prestación por Permanencia (del 0,85 por ciento sobre el salario promedio de los últimos diez años) por una Prestación Compensatoria (elevando la proporción al 1,5 por ciento), el régimen de reparto sería hoy recomendable para las personas de más de 49/50 años. A los más jóvenes, y siempre y cuando las AFJP conserven la rentabilidad histórica del 9,8 por ciento anual en términos reales, les convendría el sistema de capitalización.
3 ¿El nivel salarial influye sobre la decisión?
No, porque las variables que se toman en cuenta (ya sea la Prestación por Permanencia o la Compensatoria) dependen de porcentajes del salario y no hay cambios en las reglas según cuál sea su monto.
4 ¿Qué pasará con los denominados "indecisos"?
Bajo el sistema actual, los nuevos trabajadores que al cabo de tres meses no eligen alguna administradora o piden expresamente quedarse en el régimen de reparto se los sortea entre las AFJP con las menores comisiones de acuerdo con el nivel salarial. El proyecto oficial da un giro de 180 grados a esta situación e indica que los "indecisos" permanecerán en el Estado. Hay que tener en cuenta que sólo 3 de cada 10 personas eligen su sistema en forma voluntaria. Por ese motivo, esta modificación es de fondo para el actual régimen de jubilaciones.
5 ¿Bajarán las comisiones de las AFJP?
La comisión tiene dos componentes: el seguro y los gastos administrativos. En el primer caso, el costo asciende, en promedio, al 1,42 por ciento del sueldo mientras que el segundo, al 1,11 por ciento. Un total del 2,53 por ciento del salario. El Gobierno planteó, de ahora en más, que la comisión tendrá un techo del 1,0 por ciento del salario. Ese costo será para cubrir los gastos administrativos. Los seguros se costearán de la rentabilidad de los fondos administrados por las AFJP, pero todavía se desconoce la fórmula para calcular ese costo, que también estará a cargo del afiliado.
6 ¿Qué sucederá con los fondos ahorrados por los afiliados que se pasen al sistema de reparto?
Seguirán siendo administrados por las AFJP. Por esa tarea, las administradoras cobrarán una comisión, pero su costo deberá ser definido en la reglamentación de la ley. También debe definirse la composición del haber jubilatorio de aquellas personas que ya aportaron al Estado, a las AFJP y que ahora retornan al Estado.
7 ¿Cuál es el principal atractivo de la jubilación pública?
La certeza para el jubilado de lo que le abonará el Estado. No obstante, aún resta definir la cláusula de ajuste que tendrán esos haberes. En cambio, en el sistema privado no hay garantías sobre el monto de la jubilación, con la excepción de la AFJP Nación, que garantiza una rentabilidad del 4 por ciento anual.
8 ¿Qué pasa si el Gobierno anuncia un aumento en las jubilaciones?
Hasta el momento, cada vez que el Ejecutivo incrementó los haberes les garantizó a los afiliados a las AFJP el haber mínimo. Distinto sería en caso de que el ajuste lo haga por ley, habilitando una movilidad del "Módulo Previsional", que ahora está en 80 pesos. En ese caso podría dejar excluidos a los afiliados a las AFJP.
9 ¿Cuál será el tratamiento especial para los afiliados mayores?
Las mujeres de más de 50 años y los hombres de más de 55 que hayan capitalizado menos de 20 mil pesos en sus cuentas podrán reingresar al sistema público en cualquier momento. El Gobierno les da esa chance y los rescata porque, si no, cobrarían por debajo de la mínima.
10 ¿Por qué habrá cambios en el sistema de seguros?
El objetivo es abaratar los seguros que paga el afiliado a las AFJP. Los riesgos de invalidez y muerte serán cubiertos por un sistema mutualizado entre las administradoras. Será una compañía en la que tendrán participación las 12 AFJP.
11 ¿Habrá un costo para traspasarse de régimen?
No. Será totalmente gratuito.
12 ¿Qué pasa si una persona que pasó al Estado se arrepiente?
Puede volver al sistema privado en cualquier momento, así como también aquellos que optaron por el régimen de reparto y quieren afiliarse a una administradora.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/79540-25686-2007-01-25.html
Por Alfredo Zaiat
Aun con los interrogantes que existen por detalles no explicados de las modificaciones al régimen previsional, esta reforma del Gobierno se convertirá en una de las más importantes de la actual gestión sobre la herencia maldita. Como en casi todas las iniciativas oficiales que en estos años han intentado alterar el vínculo con el núcleo duro de poder constituido en los noventa -en este caso, bancos dueños de AFJP-, los retoques son relevantes teniendo en cuenta de dónde se parte, pero son insuficientes para una transformación de raíz.
Las nuevas reglas de funcionamiento del sistema jubilatorio emprolijan el engendro diseñado hace casi trece años con aval y financiamiento del Banco Mundial. No lo cambia. El régimen se convirtió en uno de imprevisión social y fuente de ganancias extraordinarias para las entidades financieras administradoras de dinero de los trabajadores. Y seguirá siendo así, aunque se limitarían esas utilidades con la disminución de la comisión y el replanteo del seguro de vida e invalidez. Todas las dudas que emergen del actual sistema, incluso con las variaciones que se implementarán, sólo se pueden responder estableciendo una serie de supuestos arbitrarios y de incierto cumplimiento. La decisión de cuál de los dos sistemas "conviene" -el de reparto o el de capitalización- es imposible de tomar con cierta racionalidad por el desconocimiento de la evolución de importantes variables (estado civil futuro, tabla de mortalidad, evolución salarial, entre otras). Es lo mismo que sucedió a mediados de 1994, cuando se inauguró la jubilación privada. La elección se asumirá por corazonada, por cuestiones ideológicas o por promesas de haberes que recién al momento de la jubilación se sabrán si fueron correctas. Lo cierto es que ni en una ni otra alternativa se puede saber a priori cuál será la más conveniente monetariamente.
La cuestión clave se encuentra, entonces, en cuál debe ser el objeto de un sistema previsional. Tiene que ver con su concepción: si está en función de una lógica individual, financiera y especulativa, o si constituye un pacto de solidaridad intergeneracional -el trabajador aporta para hacer frente a las jubilaciones actuales- con el Estado como regulador de esa cohesión social. La recuperación de este último modelo implicaría la eliminación de las AFJP, o con esas compañías quedando como opción para los trabajadores de altos ingresos. La reforma anunciada, que tiene su indudable importancia, puede ser vista con exagerado entusiasmo como un camino hacia ese objetivo o, en cambio, como la definitiva consolidación de un sistema que nació y se desarrolló como un fabuloso negocio para los bancos.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/79540-25687-2007-01-25.html
Clarín-26 de enero de 2007
LA REFORMA PREVISIONAL QUE LANZO EL GOBIERNO
Jubilaciones: habrá mejoras para quien opte por el EstadoSe lo dijo a Clarín el jefe de la ANSeS.
Reconocerán un haber mayor por los años aportados al Estado. Y se aplicará tanto a quienes ya aportan al sistema de reparto como a los que entren con esta reforma.
Ismael Bermúdez
ibermudez@clarin.com
La reforma jubilatoria incluye una mejora en el cálculo de la futura jubilación de los trabajadores que permanecieron u opten en el futuro por el Estado. Así lo admitió el titular de la ANSeS, Sergio Massa, confirmando el anticipo de ayer de Clarín.
Esta mejora en la futura jubilación del Estado es porque en los cambios anunciados se incluye un artículo que reconoce un haber mayor al actual por los años aportados al Estado. Y eso se otorgará tanto para los que ya estaban en el sistema público como para los que desde ahora se pasen desde el sistema privado al Estado. Esta mejora fue introducida para corregir la fuerte baja jubilatoria que implicaba permanecer en el Estado.
Así, para un trabajador que en sus últimos 10 años tenga un sueldo de 2.000 pesos, con 30 años de aportes en el Estado después de 1994, la mejora final en el haber será del 54,9%. En lugar de 710 pesos pasará a cobrar 1.100 pesos (ver infografía).
El porcentaje de mejora varía según el sueldo, los años de aportes y si esos aportes fueron hechos al Estado antes o después de 1994.
Con 40 años de aportes después de 1994, en ese mismo ejemplo, la mejora es del 57,8%, porque el futuro haber pasará de 900 a 1.420 pesos. En cambio, si de esos 40 años, 10 años fueron aportados antes de 1994, la mejora se reduce al 37,9%.
Esto es así porque la ANSeS reconoce hasta ahora el 0,85% del sueldo promedio de los últimos 10 años por cada año aportado. Y tras la reforma pasará a reconocer el 1,5%.
De esta manera, mientras hasta ahora, para 30 años de aportes, además de la Prestación Básica Universal (que va de $ 200 a 230 pesos) se reconoce como futura jubilación el 25,5% del sueldo promedio (30 x 0,85%), de aprobarse la reforma se reconocerá el 45% (30 x 1,5%). Con 40 años de aportes, el reconocimiento es mayor: ahora es del 34% y tras la reforma será del 60%.
"Lo que se hizo fue otorgar el mismo reconocimiento a los años de aportes hechos antes de de 1994 —que es del 1,5% por año— que a los realizados después de esa fecha. En cambio, la reforma de 1994 lo que hizo fue otorgar un reconocimiento menor, de sólo el 0,85% por permanecer en el Estado justamente para favorecer la afiliación a las AFJP. De esta manera, el Gobierno busca un equilibrio entre los dos sistemas para que la gente pueda elegir libremente, y no condicionada", explicó Massa.
Sin embargo todavía no está resuelto —podría figurar en la reglamentación— la forma de actualización del sueldo promedio de los últimos 10 años que se toma como base de cálculo.
Este punto es crucial porque en años o períodos de inflación, si no se ajusta el sueldo de referencia para el cálculo de la jubilación, el promedio resulta muy bajo. Y entonces disminuye el haber inicial del futuro jubilado con relación al ingreso del último momento de su vida activa, deteriorando la relación con su salario real y su nivel de vida.
Otro tema clave es el ajuste del valor de la Prestación Básica Universal (PBU). Desde 1998, por un decreto, el valor de la PBU —que integra el cálculo de la jubilación— quedó congelado en 200 y 230 pesos, según los años aportados, cuando debería ser actualizado por la variación de la recaudación previsional, según prevé la legislación previsional.
Queda por último la movilidad de la jubilación. Hasta ahora, los aumentos se fueron dando a través de decretos del Gobierno y a partir de enero a través de un ajuste del 13% en la ley de Presupuesto. Pero no se aplica un índice de movilidad en función de indicadores tales como salarios o inflación.
Al no aplicarse un índice de movilidad, a lo largo del tiempo — y estamos hablando de períodos largos que pueden ser de 10, 20 o más de 25 años por la mayor expectativa de vida— el poder de compra de la jubilación estatal podría ir deteriorándose y se reduciría aún más con relación al nivel de vida que tuvo el trabajador en su vida activa.
Por todo esto se aguarda que el Gobierno dé a conocer el proyecto de ley para evaluar cómo son todos los cambios y cuáles aspectos recién quedarán definidos en la reglamentación que estará en manos del Ejecutivo.
http://www.clarin.com/diario/2007/01/26/elpais/p-00301.htm
Luego de elegir reparto o AFJP, no se podrá cambiar de sistema por 5 años
http://www.clarin.com/diario/2007/01/26/elpais/p-00401.htm
Las administradoras ya se preparan para la reforma
http://www.clarin.com/diario/2007/01/26/elpais/p-00403.htm
En el Congreso dicen que va a salir antes de marzo
http://www.clarin.com/diario/2007/01/26/elpais/p-00501.htm
Pagina-12
26 de enero de 2007
CERTEZAS e INTERROGANTES EN LA DECISION DE QUE SISTEMA ES MAS CONVENIENTE
Ahora el problema es qué habrá que elegir
La apertura de la tranquera para regresar al sistema de reparto, manteniendo el sistema de capitalización, genera dudas sobre cuál es el sistema que más le conviene monetariamente a cada trabajador. En el cálculo influyen infinidad de variables. Cuáles son las más importantes. Las estimaciones que hacen los especialistas.
Existen 11,3 millones de personas afiliadas a las AFJP, pero apenas 5,4 millones aportan regularmente.
Por Claudio Zlotnik
Existen 11,3 millones de personas afiliadas a las AFJP, pero apenas 5,4 millones aportan regularmente.
Por Claudio Zlotnik
La decisión del Gobierno de permitirles a los afiliados de las AFJP optar por el sistema estatal provoca una disyuntiva en 11,3 millones de personas inscriptas en ese régimen, aunque aportan regularmente 5,4 millones. Son los clientes de las administradoras que deben decidir si, con la puerta abierta del corralito, pegan el salto y empiezan a derivar sus aportes previsionales al Estado. ¿Qué conviene hacer? Esa es la pregunta clave. Con los datos que ya existen se puede evaluar el escenario aunque, en rigor, todavía quedan detalles de la reforma por definir que son importantes para tomar la mejor decisión. Página/12 consultó a especialistas y ya empezaron a sacarse las primeras conclusiones.
Para aproximarse a una respuesta no queda otra alternativa que definir algunos supuestos. Bajo esa condición puede afirmarse que la mejor alternativa para las personas con 50 años o más es pasarse al sistema de reparto. Los menores de esa edad ganarían quedándose en la jubilación privada. Para arribar a ese resultado se tomaron las siguientes hipótesis:
- Que el aporte a las AFJP permanece en el 7 por ciento, que fue el nivel confirmado por Néstor Kirchner pocas horas antes de difundirse la reforma.
- Que la comisión de las administradoras baja del actual 2,53 por ciento promedio al 1,0 por ciento. Lo que resta definir es el costo del seguro, que hasta ahora formaba parte de la comisión (1,42 por ciento del salario en promedio) y que con la nueva ley se tomará de la rentabilidad de los fondos administrados. Todavía se desconoce su magnitud.
- Que la rentabilidad del sistema de jubilación privada se mantiene en el 9,8 por ciento anual, en términos reales (por encima de la inflación). Esa es la rentabilidad histórica promedio de las administradoras.
Sin embargo, modificando uno solo de esos parámetros, el de la rentabilidad, y reduciéndola al 6 por ciento anual, el corte para pasarse al reparto de ese trabajador es de 46 años.
De acuerdo al nuevo proyecto, por cada año de aporte, el Estado les garantizará a los jubilados una renta equivalente al 1,5 por ciento del salario promedio de los últimos diez años. Una persona con un sueldo de 1000 pesos percibirá 15 pesos mensuales por cada año aportado. A este dinero hay que añadirle la PBU (Prestación Básica Universal) de 200 pesos. Y otro 1,5 por ciento por cada año que aportó al Estado anteriormente, en caso de haberlo hecho. Pero al efecto del nuevo régimen, estas dos últimas variables no se toman en cuenta ya que son cobradas tanto por los afiliados a las AFJP como por los jubilados del sistema público.
Significa que, para saber lo más conveniente, hay que comparar aquellos 15 pesos mensuales (por cada año aportado) que asegura el Estado de ahora en más con lo que ofrecen las AFJP. Para una persona de 64 años con ese sueldo de 1000 pesos, como le queda sólo un año de aportes, la administradora le dará, cuando se jubile, 5,20 pesos mensuales. La tercera parte que el Estado. El dato surge de dividir los 780 pesos acumulados en el año (60 pesos por 13 meses) divididos los 150 meses que las AFJP toman como expectativa de vida promedio de ese futuro jubilado. La relación recién se da vuelta a favor de las AFJP cuando la persona tiene 50 años. Si a los 60 pesos capitalizados cada mes durante un año se añade la rentabilidad anual del 9,8 por ciento hasta el momento de jubilarse, en lugar de contar con los 15 pesos mensuales por año de aporte que ofrece el Estado, la AFJP le dará 15,97 pesos. Según esta regla, al momento de hacer la elección, si la persona cuenta entre 18 y los 50 le conviene seguir en la AFJP.
Este ejemplo que tiende a una regla general se complica según cuál sea el estado civil del afiliado a la AFJP. A los solteros, las administradoras les reconocen una expectativa de vida mayor. Y su retribución mensual será un 22 por ciento superior a la de un afiliado casado con una persona de su edad. Alguien que tiene en su cuenta 100 mil pesos y es soltero percibirá 724 pesos por mes, mientras que si es casado, sólo 558. Peor le irá a alguien que, a poco de jubilarse, contrae matrimonio con alguien mucho más joven. Por caso, de 25 años. En ese caso, recibirá 408 pesos, un 44 por ciento menos que el soltero y un 27 por ciento por debajo al casado con un coetáneo. Mientras que un soltero con un hijo a su cargo recibirá 690 pesos.
Estas diferencias dan cuenta de la regla del negocio de la jubilación privada. Las aseguradoras pagan menos por mes porque se cubren, ante la muerte del afiliado, por la mayor expectativa de vida de la chica de 25 años y del hijo, a quien deben financiar hasta que sea mayor de edad.
Estos ejemplos dan cuenta de la complejidad de la elección, dadas las incertidumbres que rodean, en mayor medida, a la jubilación privada. En ese sistema se desconoce tanto si los fondos acumulados tendrán rendimientos positivos como la suerte amorosa del cliente. En ese sentido, el Estado ofrece una mayor previsión sobre la jubilación futura. Aunque también es cierto que la historia de cada gobierno fue bien distinta: mientras el menemismo clavó la mínima en 150 pesos, la administración actual la elevó a 530. Pero dejó más desamparados a quienes reciben los haberes más altos. ¿Acaso quien piensa jubilarse con más de 1000 pesos mensuales no se sentirá atraído a seguir en la AFJP y tener un retiro programado? Como puede apreciarse, más que seguir una regla general, la decisión es bien personal.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-79594.html
Para aproximarse a una respuesta no queda otra alternativa que definir algunos supuestos. Bajo esa condición puede afirmarse que la mejor alternativa para las personas con 50 años o más es pasarse al sistema de reparto. Los menores de esa edad ganarían quedándose en la jubilación privada. Para arribar a ese resultado se tomaron las siguientes hipótesis:
- Que el aporte a las AFJP permanece en el 7 por ciento, que fue el nivel confirmado por Néstor Kirchner pocas horas antes de difundirse la reforma.
- Que la comisión de las administradoras baja del actual 2,53 por ciento promedio al 1,0 por ciento. Lo que resta definir es el costo del seguro, que hasta ahora formaba parte de la comisión (1,42 por ciento del salario en promedio) y que con la nueva ley se tomará de la rentabilidad de los fondos administrados. Todavía se desconoce su magnitud.
- Que la rentabilidad del sistema de jubilación privada se mantiene en el 9,8 por ciento anual, en términos reales (por encima de la inflación). Esa es la rentabilidad histórica promedio de las administradoras.
Sin embargo, modificando uno solo de esos parámetros, el de la rentabilidad, y reduciéndola al 6 por ciento anual, el corte para pasarse al reparto de ese trabajador es de 46 años.
De acuerdo al nuevo proyecto, por cada año de aporte, el Estado les garantizará a los jubilados una renta equivalente al 1,5 por ciento del salario promedio de los últimos diez años. Una persona con un sueldo de 1000 pesos percibirá 15 pesos mensuales por cada año aportado. A este dinero hay que añadirle la PBU (Prestación Básica Universal) de 200 pesos. Y otro 1,5 por ciento por cada año que aportó al Estado anteriormente, en caso de haberlo hecho. Pero al efecto del nuevo régimen, estas dos últimas variables no se toman en cuenta ya que son cobradas tanto por los afiliados a las AFJP como por los jubilados del sistema público.
Significa que, para saber lo más conveniente, hay que comparar aquellos 15 pesos mensuales (por cada año aportado) que asegura el Estado de ahora en más con lo que ofrecen las AFJP. Para una persona de 64 años con ese sueldo de 1000 pesos, como le queda sólo un año de aportes, la administradora le dará, cuando se jubile, 5,20 pesos mensuales. La tercera parte que el Estado. El dato surge de dividir los 780 pesos acumulados en el año (60 pesos por 13 meses) divididos los 150 meses que las AFJP toman como expectativa de vida promedio de ese futuro jubilado. La relación recién se da vuelta a favor de las AFJP cuando la persona tiene 50 años. Si a los 60 pesos capitalizados cada mes durante un año se añade la rentabilidad anual del 9,8 por ciento hasta el momento de jubilarse, en lugar de contar con los 15 pesos mensuales por año de aporte que ofrece el Estado, la AFJP le dará 15,97 pesos. Según esta regla, al momento de hacer la elección, si la persona cuenta entre 18 y los 50 le conviene seguir en la AFJP.
Este ejemplo que tiende a una regla general se complica según cuál sea el estado civil del afiliado a la AFJP. A los solteros, las administradoras les reconocen una expectativa de vida mayor. Y su retribución mensual será un 22 por ciento superior a la de un afiliado casado con una persona de su edad. Alguien que tiene en su cuenta 100 mil pesos y es soltero percibirá 724 pesos por mes, mientras que si es casado, sólo 558. Peor le irá a alguien que, a poco de jubilarse, contrae matrimonio con alguien mucho más joven. Por caso, de 25 años. En ese caso, recibirá 408 pesos, un 44 por ciento menos que el soltero y un 27 por ciento por debajo al casado con un coetáneo. Mientras que un soltero con un hijo a su cargo recibirá 690 pesos.
Estas diferencias dan cuenta de la regla del negocio de la jubilación privada. Las aseguradoras pagan menos por mes porque se cubren, ante la muerte del afiliado, por la mayor expectativa de vida de la chica de 25 años y del hijo, a quien deben financiar hasta que sea mayor de edad.
Estos ejemplos dan cuenta de la complejidad de la elección, dadas las incertidumbres que rodean, en mayor medida, a la jubilación privada. En ese sistema se desconoce tanto si los fondos acumulados tendrán rendimientos positivos como la suerte amorosa del cliente. En ese sentido, el Estado ofrece una mayor previsión sobre la jubilación futura. Aunque también es cierto que la historia de cada gobierno fue bien distinta: mientras el menemismo clavó la mínima en 150 pesos, la administración actual la elevó a 530. Pero dejó más desamparados a quienes reciben los haberes más altos. ¿Acaso quien piensa jubilarse con más de 1000 pesos mensuales no se sentirá atraído a seguir en la AFJP y tener un retiro programado? Como puede apreciarse, más que seguir una regla general, la decisión es bien personal.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-79594.html
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